La adicción, como enfermedad crónica está asociada con una tendencia natural a la recaída. Eso no significa que sea inevitable o apropiado tener recaídas, sino que son una realidad, y la mejor forma de prevenirlas, es aceptando el riesgo y conociendo mejor el proceso de la recaída, también llamado síndrome de la recaída.
Uno de los malentendidos más frecuentes es que la recaída es simplemente la vuelta al uso.
Aunque esto es
parcialmente cierto, en realidad se le llama recaída a todo el proceso (1) que
lleva desde un estado de abstinencia sostenida (2), hasta el consumo o adicción
activa (3). Este proceso ocurre a lo largo del tiempo (4) y se manifiesta como
una serie de síntomas o cambios, que son en realidad regresiones a los antiguos
patrones de conducta y pensamiento que ya se habían superado.
Usualmente este proceso está formado por pequeñas decisiones riesgosas (5) que la persona toma, y que, enlazadas unas con otras, van llevando a construir el camino de la recaída. Estas pequeñas decisiones, llamadas también "decisiones de riesgo relativo"(5), son aparentemente sin importancia, pero su efecto es acumulativo y van llevando al adicto hacia una situación imposible de resistir (7), donde será inevitable el uso, pues los márgenes de susceptibilidad se sobrepasan. Existe una línea imaginaria, o línea de no-retorno (6) luego de la cual no es posible dar marcha atrás a la conducta de búsqueda y el uso es inminente. Aun así en la zona de transición entre la línea de no retorno y el uso, la recaída es primariamente conductual y de actitud, sin que hubiese ocurrido aún el uso.
Definición de la Recaída.- La recaída se define como el proceso de retroceso a los patrones de comportamiento y pensamiento típicos de la adicción activa, que ya se habían superado, y que finalmente llevan de vuelta al uso, retrocediendo hasta llegar de vuelta al estado de enfermedad adictiva que existía antes de comenzar la recuperación.
Para poder hablar de recaída una persona debe haber estado previamente en recuperación, o sea abstinente y con cambios de conducta, por un período significativo de tiempo. Por el simple hecho de no haber usado por un tiempo, el volver a usar, no necesariamente es una recaída. Podría tratarse de episodios de consumo alternos, dentro de un período de adicción activa.
A pesar de que una recaída puede ser peligrosa y se traduce finalmente en sufrimiento y pérdida de tiempo y energía, a veces las recaídas también son períodos de aprendizaje, para una persona que desea recuperarse. A pesar de estar conscientes de su problema y de tener buena disposición para la recuperación, un adicto puede recaer, sino maneja bien las situaciones de riesgo o descuida su proceso de cambios. Luego de una recaída es más probable que el adicto este más claro en qué cosas ha estado haciendo mal. Aun así no es necesario recaer para poder aprender o avanzar en la recuperación.
Síntomas de una Recaída.- Una persona en recuperación puede comenzar a mostrar síntomas de una recaída mucho antes del consumo. Poder identificar estos síntomas y tratarlos a tiempo puede ayudar a prevenir una recaída:
1.-
Retorno del pensamiento obsesivo con respecto al uso: Podrían ser pensamientos
relativos al uso, sueños o deseos de usar que vuelven luego de que habían
desaparecido.
2.- Actitud de desafío con respecto al plan de recuperación: Volver a los lugares de riesgo, volver a ver las personas relacionadas con el uso.
3.- Descuidar el plan de recuperación: Dejar de ir a reuniones, o faltar a las citas con el terapeuta, dejar de leer o hacer ejercicio.
4.- Aislamiento o pérdida de contacto: con las nuevas relaciones de recuperación.
5.- Irritabilidad: especialmente en las relaciones significativas del adicto.
6.- Obsesión con la imagen o los defectos físicos: dietas excesivas, preocupación excesiva acerca del peso.
7.- Sentimientos de depresión y ansiedad flotantes: sobrevienen estados emocionales incómodos que no necesariamente se relacionan con ningún evento externo.
8.- Renacen o se exaltan los resentimientos hacia otras personas.
9.- Discusiones frecuentes en el hogar y la familia.
10.- Defensividad al hablar del tema de su recuperación o al ser retroalimentados.
11.- Insomnio, intranquilidad y dificultad para descansar.
12.- Preocupación obsesiva por el dinero y por la seguridad financiera.
Estos son solo algunos de los síntomas relacionados al síndrome de la recaída. Cada persona es diferente y por lo tanto mostrará síntomas propios, pero en general es marcadamente notable la presencia y evolución de este síndrome. Una de las paradojas de la recaída es que mientras más marcados son los síntomas, menos capacidad tiene el adicto para poder aceptar las críticas constructivas de las personas que lo rodean, y que podrían preocuparse por la posibilidad de una recaída.
El proceso de recaída puede ser detenido ya sea por la propia iniciativa o por la intervención de personas que rodean al adicto y que le sirven de apoyo tales como familiares, terapistas o compañeros de grupo.
http://www.adicciones.org/recuperacion/recaida.html
Dr. Saúl Alvarado, Médico Adiccionista
Dr. Saúl Alvarado, Médico Adiccionista
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