En esta entrada incluiremos los párrafos relevantes del Libro Alcohólicos Anónimos correspondientes a los pasos 1, 2 y 3 (subrayados durante el taller de los sábados).
En todos los casos la referencia de páginas es a la última versión del libro azul disponible en el grupo. (es importante señalar que no empata con las versiones de bolsillo o versiones anteriores de libro azul).
“El hecho
tremendo para cada uno de nosotros es que hemos descubierto una solución común.
Tenemos una salida en la que podemos estar completamente de acuerdo, y a base
de la cual podemos incorporarnos a la acción fraternal y armoniosa. Esta es la
gran noticia, la buena nueva que este libro lleva a los que padecen de
alcoholismo”.
(Pág. 19, pfo.3,
líneas 1-4)
“Si tu estado
alcohólico es tan grave como era el nuestro. Creemos que no existe ninguna
solución a medias. Nosotros estábamos en una situación en que la vida se estaba
volviendo imposible, y si pasábamos a la región de la que no se regresa por
medio de ayuda humana, teníamos solo dos alternativas: Una era la de llegar
hasta el amargo fin, borrando la conciencia de nuestra intolerable situación lo
mejor que pudiésemos; y la otra, aceptar ayuda espiritual”
(Pág. 28, pfo.2,
líneas 1-8)
“Si cuando deseándolo
honestamente te das cuenta de que no puedes dejarlo del todo, o si cuando bebes
tienes poco control de la cantidad que tomas, probablemente eres alcohólico. Si
este es el caso, tu puedes estar sufriendo una enfermedad que solo puede ser
vencida por una experiencia espiritual”.
(Pág. 49, pfo.1, líneas 4-9)
“A aquel que se
considere ateo o agnóstico, tal experiencia le parece imposible, pero seguir
siendo como es significa el desastre, especialmente si es un alcohólico de la
variedad que no tiene remedio. Estar condenado a una muerte por alcoholismo o
vivir sobre una base espiritual no son siempre alternativas fáciles de
encarar”.
(Pág. 49, pfo.2,
líneas 1-6)
“Pero no es tan
difícil. Casi la mitad de los miembros de nuestra agrupación original eran
exactamente de ese tipo. Al principio, algunos de nosotros tratamos de eludir
el tema, esperando contra toda esperanza que no fuéramos realmente alcohólicos.
Pero después de algún tiempo tuvimos que enfrentarnos al hecho de que teníamos
que encontrar una base espiritual para nuestra vida, o de otro modo, atenernos
a lo que sucediera. Tal vez este sea tu caso. Pero alégrate, casi la mitad de
nosotros nos considerábamos ateos o agnósticos. Nuestra experiencia demuestra
que no debes sentirte desconsolado”.
(Pág. 49, pfo.3,
líneas 1-9, pág. 50 1-2)
“Falta de poder;
ese era nuestro dilema. Teníamos que encontrar un poder por el cual pudiéramos
vivir, y tenía que ser un Poder superior a nosotros mismos. Obviamente. Pero
¿dónde y cómo íbamos a encontrar ese poder? Pues bien, eso es exactamente de lo
que trata este libro. Su objetivo principal es habilitarte para que encuentres
un Poder Superior a ti mismo, que resuelva tu problema. Eso quiere decir que
hemos escrito un libro que creemos es espiritual así como también moral. Y
quiere decir, desde luego que vamos a hablar acerca de Dios”. (Pág. 50, pfo.2,
líneas 1 - 4 , Pfo.3 líneas 1 - 6)
“Para gran
consuelo nuestro, descubrimos que no necesitábamos tomar en cuenta el concepto
que cualquier otro tuviera de Dios. Nuestro propio concepto, por muy inadecuado
que fuese, era suficiente para acercarnos y efectuar un contacto con Él. Tan
pronto como admitimos la posible existencia de una inteligencia creadora, de un
Espíritu del Universo como razón fundamental de todas las cosas, empezamos a
estar poseídos de un nuevo sentido de poder y dirección, con tal de que
diéramos otros pasos sencillos. Encontramos que Dios no impone condiciones muy
difíciles a quienes le buscan. Para nosotros, el Reino del Espíritu es amplio,
espacioso, siempre inclusivo nunca exclusivo o prohibitivo para aquellos que lo
buscan con sinceridad. Nosotros creemos que está abierto a todos los seres
humanos...”
(Pág. 51, Pfo.2,
líneas 1-10, pág. 52 líneas 1-4)
“En realidad,
nos estábamos engañando a nosotros mismos, porque en lo más profundo de cada
hombre, mujer y niño, está la idea fundamental de Dios. Puede ser oscurecida
por la calamidad, la pompa o la adoración de otras cosas; pero de una u otra
forma, allí está. Porque la fe en un Poder Superior al nuestro y las
demostraciones milagrosas de ese poder en las vidas humanas son hechos tan
antiguos como el mismo hombre. Nos dimos cuenta, por fin, de que la fe en alguna
clase de Dios era de ser, como puede serlo el sentimiento que tenemos para con
algún amigo. Algunas veces tuvimos que buscar sin temor, pero allí estaba Él.
Él era un hecho tan real como lo éramos nosotros. Encontramos la Gran Realidad
en lo más profundo de nosotros mismos. En última instancia, solamente allí es
donde Él puede ser encontrado. Así sucedió con nosotros.
(Pág. 60, Pfo.3, líneas 1-8, Pfo.4, líneas 1-6;
pág. 61 líneas 1-2)Los párrafos siguientes corresponden al primer paso...
“A fines del año 1934 atendí a un paciente que, a pesar de haber sido un competente hombre de negocios, con mucha aptitud para ganar dinero, era un alcohólico de un tipo que yo había llegado a considerar como irremediable.En el transcurso de su tercer tratamiento
adquirió ciertas ideas de un posible método de recuperación. Como parte de su
rehabilitación, empezó a dar a conocer sus conceptos a otros alcohólicos,
inculcándoles la necesidad de que ellos a su vez hicieran lo mismo con otros.
Esto a llegado a ser la base de una agrupación de estos hombres y familiares,
la cual esta creciendo rápidamente. Parece que este individuo y más de otros
cien se han recuperado. Personalmente conozco decenas de casos del tipo con el
cual han fallado por completo otros métodos.
(Pág. XXVII, Pfo.3, líneas
1-4; pág XVIII Pfo.2, líneas 7-9, Pfo.5,
líneas 1-2
"El médico que a
petición nuestra nos facilitó esta carta ha tenido bondad de ampliar sus ideas
en otra declaración que exponemos a continuación. En esta, confirma que los que
hemos sufrido la tortura alcohólica tenemos que creer que el cuerpo del
alcohólico es tan anormal como su mente. No nos convencía la explicación de que
no podíamos controlar nuestra manera de beber sencillamente porque estábamos
desadaptados a la vida; porque estábamos en plena fuga de la realidad; o porque
teníamos una franca deficiencia mental. Estas cosas eran verídicas hasta cierto
punto y, de hecho, en grado considerable en algunos de nosotros, pero además
estamos convencidos de que nuestros cuerpos también estaban enfermos, y
opinamos que es incompleto cualquier cuadro del alcohólico que no incluya este
factor físico”.
(Pág. XXVIII, Pfo.4, líneas 1-14)
“Todos los
citados y muchos otros, tienen un síntoma en común; no pueden empezar a beber
sin que se presente en ellos el fenómeno del deseo imperioso. Este fenómeno,
como lo hemos sugerido, puede ser la manifestación de alergia que distingue a
esta gente de los demás y que la sitúa en un grupo distinto. Nunca ha sido
posible erradicarlo con ninguno de los métodos conocidos. El único método que
podemos sugerir es la abstinencia completa”.
(Pág. XXXIII,
Pfo.5, líneas 1-9; PÁG XXXIV Pfo 5, Linea 1-9)
“Los Hombres y
mujeres beben, esencialmente, porque les gusta el efecto que produce el
alcohol. La sensación es tan evasiva que, aunque admite lo dañino, no puede
después de algún tiempo discernir la diferencia entre lo verdadero y lo falso.
Les parece que su vida alcohólica es la única normal. Están inquietos, irritables
y descontentos hasta que no vuelven a experimentar la sensación de tranquilidad
y bienestar que inmediatamente les produce apurar unas cuantas copas -copas
que ven a otros tomar con impunidad”. (Pág. XXXI, Pfo.3, líneas 1-10)
“Por lo tanto,
nos es extraño que nuestras carreras de bebedores se hayan caracterizado por
innumerables y vanos esfuerzos para probar que podíamos beber como otras
personas. La idea de que en alguna forma, algún día, llegará a controlar su
manera de beber y a disfrutar bebiendo, es la gran obsesión de todo bebedor
anormal: La persistencia de esta ilusión es sorprendente. Muchos la persiguen
hasta las puertas de la locura o de la muerte”.
(Pág. 33, Pfo.1, líneas 4-11)
"Después de haber
vuelto a sucumbir al deseo imperioso, pasan por todas las bien conocidas etapas
de la borrachera, emergiendo de esta llenos de remordimientos y con la firme
resolución de no volver a beber. Esto se repite una y otra vez, y a menos de
que la persona pueda experimentar un cambio psíquico completo, hay muy pocas
esperanzas de que se recupere”.
(Pág. XXXI, Pfo.2, líneas 10; pág XXXII Línea
1-5)
“No hay palabras
para describir la Soledad y desesperación que encontré en ese cenagal de
autoconmiseración; sus arenas movedizas se extendían por todos los lados. No
pude más. Estaba hundido. El alcohol era mi amo”.
(Pág. 8, Pfo.3,
líneas 1-4)
“Allí me ofrecí
humildemente a Dios, tal como lo concebía entonces, para que se hiciera en mí
su voluntad; me puse incondicionalmente a su cuidado y bajo su dirección”.
(Pág. 13,
Pfo.5, líneas 1-3)
“... Si ningún
temor encare mis pecados y estuve dispuesto a que mi recién encontrado Amigo me
lo quitara de raíz”. “Mi compañero de escuela fue a visitarme y lo puse al
tanto de mis problemas y mis deficiencias”.
(Pág. 13, Pfo.5, líneas 5-7, Pfo.6, líneas 1-2)
“...Hicimos
una lista de las personas a quienes había dañado o contra las que tenía
resentimientos. Yo exprese mi completa disposición para acercarme a esas
personas, admitiendo mis errores. Nunca debería criticarlas. Repararía esos
daños lo mejor que pudiese”. (Pág. 13, Pfo.6, líneas 2-4; pág 14 línea1-2)
“Pondría a
prueba mi manera de pensar con mi nuevo conocimiento consciente que tenía de
Dios. En esta forma, el sentido común se convertiría en sentido no común.
Cuando estuviera en duda, permanecería en quietud y le pediría a Él dirección y
fortaleza para enfrentarme a mis problemas tal y como Él lo dispusiera”.
(Pág. 14, Pfo.1, líneas 1-6)
"........ Era Particularmente
imperioso trabajar con otros, tal como él lo había hecho conmigo. La fe sin
obras es fe muerta, me dijo ¡Y cuan cierto es, tratándose de alcohólicos!
Porque si un alcohólico falla en perfeccionar y engrandecer su vida espiritual
a través del trabajo y del sacrificio por otros, no podrá sobrellevar ciertas
pruebas y decaimientos que vendrán más adelante. Si él no trabajaba era seguro
que volvería a beber, y si bebía, seguramente moriría. La fe estaría muerta
entonces. Tratándose de nosotros, es precisamente así”
(Pág. 15,
Pfo.3, líneas 3 – 12)
“Estas eran
proposiciones revolucionarias y drásticas pero en el momento en que las acepte
el efecto fue electrificante. Había un sentido de victoria, seguidos por una paz
y seguridad como nunca había conocido. Había una confianza total. Sentí que me
levantaban, tal como si respirara plenitud en el aire puro de la cumbre de una
montaña. Generalmente Dios llega a la mayoría de los hombres gradualmente, pero
el impacto en mi fue cabalmente súbito y profundo”.
(Pág. 14, Pfo.4,
líneas 1-8)
“Llegamos a
comprender que teníamos que admitir plenamente, en lo más profundo de nuestro
ser, que éramos alcohólicos. Este es el primer paso hacia la recuperación. Hay
que acabar con la ilusión de que somos como la demás gente, o de que pronto lo
seremos”.
(Pág. 28,
Pfo.2, líneas 1-5)
Con los siguientes párrafos se dará el primer paso:
Tal vez usted no
sea un alcohólico. Tal vez este usted haya llegado hasta aquí por equivocación. Pero queremos que
sepa que es preferible estar en la Comunidad de Alcohólicos Anónimos por
equivocación, que fuera de la Comunidad, bebiendo y muriendo por equivocación.
...para
aquellos que estén listos, vamos a proceder. Los Recién Llegados que se pongan
de pie. Esta es la pregunta del Primer Paso:
¿Acepta en lo más profundo de su ser, que es alcohólico?
Nota: La referencia a las páginas de la nueva versión del Libro Azul (Alcohólicos Anónimos) es una aportación de las compañeras Sagrario y Lucy. (GRACIAS!!!)
Nota: La referencia a las páginas de la nueva versión del Libro Azul (Alcohólicos Anónimos) es una aportación de las compañeras Sagrario y Lucy. (GRACIAS!!!)
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